Portar condones no es ilegal en EE.UU. pero activistas acusan a
la policía de usarlos como prueba de prostitución.
La organización humanitaria internacional Human Rights Watch
(HRW) emitió un informe crítico de las medidas practicadas por la policía de las
cuatro principales ciudades en Estados Unidos que utiliza la posesión de
condones como prueba para sustanciar acusaciones de prostitución.
La ONG sostiene que esta política socava los esfuerzos de las admnistraciones
locales y el gobierno federal para controlar el contagio de VIH/SIDA, pone en
riesgo la vida de muchos y amenaza los derechos de los trabajadores sexuales; la
comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (LGTB, por sus siglas en
inglés); trabajadores sociales e inmigrantes.
Human Rights Watch instó a las autoridades legislativas a promulgar leyes que
prohíban considerar la posesión de preservativos como evidencia en casos de
prostitución y delitos relacionados.
La Policía Metropolitana de Washington DC, una de las ciudades mencionadas en
el estudio, aseguró que sólo detiene a personas si hay causa justa y negó que
sus acciones estuvieran promoviendo el contagio del VIH/SIDA.
Criterios selectivos
A partir de más de 300 entrevistas, Human Rights Watch documentó en Nueva
York, Los Ángeles, San Francisco y Washington DC cómo la policía y la fiscalía
de estas ciudades utiliza la presencia de condones para respaldar sus
acusaciones de prostitución.
Los entrevistados incluyeron trabajadores sexuales, activistas comunitarios,
abogados, defensores de los derechos civiles, policías, fiscales y funcionarios
de la Salud.
La investigación concluyó que a menudo los uniformados detienen y revisan a
personas para saber si portan condones tras haberlos interceptado solo en base a
criterios selectivos como la apariencia física, el tipo de vestimenta que traen
y el lugar por donde se desplazan.
"Sugerir que la policía está contribuyendo al
contagio de sida es injusto"
Comunicado de la Policía Metropolitana de Washington
DC
Este tipo de detención es considerada ilegal en EE.UU. por ir en contra de
los principios del derecho humano. HRW también sostiene que buscar protegerse de
enfermedades de transmisión sexual con el uso de un condón es otro derecho
fundamental que se está violando.
HRW resalta la ironía de que las medidas policiales anulan la efectividad de
multimillonarios programas para distribuir y promover el uso de condones como un
método efectivo de prevención del VIH entre los grupos expuestos a un mayor
riesgo de infección.
Estos incluyen a los trabajadores sexuales y la población de jóvenes
lesbianas, gay, bisexuales y transexuales (LGTB) que, dice el informe, tienen
temor de portar preservativos por miedo a ser acosados por la policía. La
consecuencia son relaciones sexuales sin protección.
¿Cuántos condones?
Megan McLemore expresó que HRW responsabilizará a las
autoridades de las consecuencias de sus medidas.
Los trabajadores sexuales y las mujeres transexuales corren grandes riesgos
de exponerse a la infección de VIH.
"En las cuatro ciudades estudiadas la consecuencia ha sido la misma: los
trabajadores sexuales están más reacios a llevar condones", expresó a la BBC
Megan McLemore, especialista en Salud y Derechos Humanos de HRW.
McLemore añadió que el hostigamiento de los agentes genera información
errónea y rumores entre los trabajadores sexuales de que los condones son
ilegales. No lo son.
En esto coincide el Departamento de la Policía Metropolitana de Washington DC
en un comunicado enviado a BBC Mundo.
"Toda persona, incluyendo los trabajadores
sexuales, tiene el derecho a protegerse. Toda persona, incluyendo los
trabajadores sexuales tiene el derecho a la vida"
Megan McLermore, Human Rights
Watch
"No hay prohibición contra la posesión de condones, la gente puede llevar el
número que desee", dice el comunicado de la policía. "El departamento detiene a
personas cuando hay una sospecha razonable y las requisa si hay causa
justa".
Sin embargo, la funcionaria de HRW dice que la organización no ha podido
recibir una respuesta concreta de cuántos condones se pueden portar
legalmente.
Dice además, que las mujeres transexuales son especialmente percibidas como
trabajadoras sexuales, así lo sean o no, y expuestas a más detenciones y
hostigamiento.
"Las trabajadoras sexuales y mujeres transexuales tienen un índice altísimo
de infección de VIH, se estima en 30%", explicó. "Son objeto de programas de
Salud de estas ciudades y del gobierno federal así que la policía debería estar
ofreciéndoles condones".
Megan McLemore fue enfática: "Toda persona, incluyendo los trabajadores
sexuales, tiene derecho a protegerse. Toda persona, incluyendo los trabajadores
sexuales, tiene el derecho a la vida".
Manifestó que retirarle a esta comunidad vulnerable uno de los pocos
elementos de protección "no es aceptable" y que HRW responsabilizaría a las
autoridades pertinentes.
Por su parte, el comunicado de la Policía Metropolitana de Washington tildó
el informe de HRW de estar mayormente basado en anécdotas en lugar de hechos
concretos.
"Sugerir que la policía está contribuyendo al contagio de SIDA es injusto",
concluyó.
Comunidades vulnerables
Bamby Salcedo dice que la comunidad transexual latina es
especialmente hostigada.
No obstante, las mujeres transexuales siguen sintiendo temor frente a su
situación y a la relación con las autoridades.
Bamby Salcedo, una latina transexual y activista, manifestó a BBC Mundo que
personas como ella no tienen otra opción que ser trabajadoras sexuales por la
falta de oportunidades que hay.
"Nuestra pobreza, bajos niveles de educación y el estigma social contra las
transexuales latinas nos fuerzan al trabajo sexual", afirmó. "Para protegernos
necesitamos los condones y esos los está usando la policía para encarcelar a
nuestra comunidad".
"Todo esto contribuye a que la gente piense que puede discriminar contra la
comunidad transexual, particularmente la comunidad latina 'trans'. Nosotros
tenemos derechos como todos los ciudadanos", afirmó.
"Nuestra pobreza, bajos niveles de educación y
el estigma social contra las transexuales latinas nos fuerzan al trabajo
sexual"
Bamby Salcedo, transexual latina y
activista
No son únicamente las personas vinculadas al trabajo sexual las que pueden
ser víctimas del acoso policial.
"Un joven que esté preparado para una cita con su novia podría caer si tiene
un condón en el bolsillo", comentó en rueda de prensa Andrea Ritchie, una
abogada que cubre casos de mala conducta en la policía.
Ritchie añadió que el 80% de las detenciones suceden contra personas de color
y latinos, lo que hace que los inmigrantes hispanos corran el riesgo de ser
deportados si, bajo el pretexto de los condones, son acusados de ejercer la
prostitución.
Aprovechando que la Conferencia Internacional sobre el Sida que se realizó
recientemente en la capital de Estados Unidos, Human Rights Watch lanzó una
serie de recomendaciones a las autoridades para que se eliminen las leyes que
permiten usar los preservativos como evidencia en casos de prostitución.
Extendieron el llamado al gobierno federal, que otorga millones de dólares a
las ciudades en cuestión para prevenir la transmisión del VIH teniendo en cuenta
que el uso de preservativos es parte de la Estrategia Nacional contra el
VIH/SIDA.
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